Pascal Siakam brilló con 39 puntos, su mejor marca en playoffs, y lideró a los Pacers de Indiana a una victoria 114-109 sobre los Knicks de Nueva York, con la que se adelantaron 2-0 en las finales de la Conferencia Este. Ahora se dirigen a casa con la mitad de la misión cumplida y la oportunidad de acercarse a un esquivo título de la NBA, algo que no logran desde su única aparición en las Finales en el año 2000.
Siakam fue la figura indiscutida del partido, acertando 15 de 23 tiros de campo y cargando con la ofensiva de Indiana en momentos clave. Ningún otro jugador de los Pacers consiguió más de cinco canastas, lo que resalta aún más la actuación del ala-pívot camerunés.
“Fue un partido especial”, reconoció el entrenador Rick Carlisle. “En la primera mitad, él fue quien nos puso en marcha y nos sacó de algunos tramos difíciles”.
Myles Turner contribuyó con 16 puntos, mientras que Tyrese Haliburton sumó 14 unidades, 11 asistencias y ocho rebotes. Indiana, que ha sorprendido con su solidez como visitante, ahora acumula seis victorias consecutivas fuera de casa desde su derrota en el tercer partido de la primera ronda ante Milwaukee.
El tercer juego de la serie se disputará el domingo por la noche en Indianápolis, en una jornada que estará marcada también por la tradicional carrera de las 500 Millas. Se espera un ambiente electrizante en el Gainbridge Fieldhouse.
Por los Knicks, Jalen Brunson volvió a ser el alma ofensiva del equipo con 36 puntos y 11 asistencias. A pesar de su esfuerzo, Nueva York no logró remontar un mal comienzo en el cuarto período, donde Indiana se despegó con jugadas oportunas en ambos extremos de la cancha.
Mikal Bridges y el dominicano Karl-Anthony Towns anotaron 20 puntos y capturaron siete rebotes cada uno. Sin embargo, Towns vio limitada su participación a 28 minutos, mientras el entrenador Tom Thibodeau optó por mantener en cancha al suplente Mitchell Robinson, más efectivo en defensa y con nueve rebotes.
“Entrando al cuarto período es un partido empatado. Sólo tenemos que hacer mejores jugadas, más jugadas ganadoras”, dijo Thibodeau, visiblemente frustrado.
Con esta derrota, los Knicks enfrentan una estadística desalentadora: ningún equipo ha perdido los dos primeros juegos como local en unas finales de conferencia y ha logrado avanzar a las Finales de la NBA.
Nueva York deberá encontrar respuestas rápidas si quiere mantenerse con vida en la serie y evitar que esta oportunidad histórica se les escape entre los dedos.