Por Marino Ramírez Grullón
Ciertamente el gobierno del Presidente Luis Abinader ha tomado todas las medidas posibles para limitar la presencia de inmigrantes ilegales haitianos en el país.
Sin embargo por más decisiones que se toman nada pretende frenar ese tipo de inmigración que está desangrando la credibilidad de las autoridades porque la presencia de estos ciudadanos no cesa de penetrar al territorio dominicano.
El muro fronterizo, refuerzos militares a cada momento, tecnología de punta en la frontera, todo eso no ha servido de nada para evitar que inmigrantes ilegales entren por la maltrecha frontera con Haití.
Ahora se establece un protocolo para evitar que mujeres embarazadas ilegales haitianas entren como pedro por su casa al territorio nacional para acceder a centros hospitalarios lo que incrementa el gasto en salud público por parte del Estado dominicano.
Todas estas iniciativas no han valido de nada contra la inmigración ilegal, supongo que el Presidente Abinader necesitará otras iniciativas para mantener el orden interno a nivel nacional en cuanto a los inmigrantes se refiere, pero cuáles serán.
Aunque ha originado críticas nacionales y extranjeras de controlar los partos de mujeres ilegales es correcta porque se están llevando todos los protocolos.
Hay que decir que en dominicana debe haber mínimo un millón de personas de origen haitianos que han nacido aquí y que aunque no tengan papeles nunca saldrán del territorio.
No conocen nada de Haití, no hablan el idioma de ese país, ni siquiera lo conocen y aunque la Constitución les quitó el derecho Jus Solis en términos reales son dominicanos.
Podría llegar el momento en que cualquier persona de origen haitiano para nacida en República Dominicana nos llegue a gobernar.
Incluso ya tenemos alcaldes, regidores, militares, policías o cualquier otra autoridad nacional que con documentos reales o no ocupan puestos en el Estado nacional.
Hasta ahora no ninguna medida real que vaya a disminuir la presencia de ilegales haitianos o de otro país ha tenido éxito.
Esto se debe a que el tráfico de ilegales lo realizan propios dominicanos que con un comportamiento traidor literalmente por tres pesos venden la nacionalidad.
Vemos a diario como en vehículos privados y oficiales los militares atrapan a dominicanos traficantes sin que el castigo sea pena de cárcel o multas ejemplares.
En fin, andamos por mal camino, por más medidas que se toman seguimos invadidos de extranjeros de origen haitianos siendo muchos virtuales enemigos de nuestra nacionalidad.
Ojo al cristo que los santos se caen.
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Marino Ramirez
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