Por Fernando Rodríguez

Estos dos respetables profesionales del derecho y personas paradigmáticas en su accionar público y privado, honran sus condiciones de abogados no solo en el ámbito de Santiago, sino a nivel nacional. Por ello, resulta penoso que, tras una amistad de más de 50 años, hayan caído en contradicciones públicas lesivas a esa relación.

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El historial de estos profesionales es conocido por todos, por lo que resultan sorprendentes las afirmaciones de Ramón Antonio-Negro- Veras en el sentido de que, en la gestión de la procuradora Miriam Germán Brito, se preparaban expedientes de naturaleza criminal contra ciudadanos de “conducta acrisolada, muy valiosos y bien conocidos”, en obvia referencia al caso Calamar que cursa actualmente en la justicia.

Resulta que en ese expediente, que involucra como cabecilla al ex ministro peledeísta de Haciendas Donald Guerrero, tres de los principales implicados devolvieron, en bienes y efectivos, unos 2,300 millones de pesos para que los dejen fuera de la acusación formal, lo que confirma la veracidad de la estafa contra el Estado y la sustentación del expediente, sin descartar que haya sido involucrado, accidentalmente, algún inocente cuya condición debe probarse en los tribunales de justicia.

De ahí a que fuera norma habitual ese posible fallo de la Procuraduría, hay un gran trecho.

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