Por: Mary Leisy Hernández

“Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”: buena frase para una estrategia de mercadeo. Ya imagino el beneficio monetario que le ha generado esta expresión a la cantante colombiana Shakira. Tanto, que así titula su nueva gira artística por el mundo. Mujeres de diferentes extractos la repiten con entusiasmo. La asumen para sí con determinación, con orgullo.

A mi me recuerda la frase “Los hombres no lloran”, me hace pensar en limitaciones, en coartar emociones, en imposiciones: “Prohibido llorar” . Muchos dirán, es una “simple frase” y si, una simple frase que a fuerza de repetirse se hace potente y genera cambios importantes en nuestra mente y nuestras actitudes. Llorar es terapéutico, reduce el estrés, y da sensación de bienestar. Es larga la lista de beneficios psicológicos que propicia liberar el llanto. En lo personal, lo asumo como una especie de baño interno para cuidar ante todo mi corazón y mi mente. La tranquilidad que se siente después de unas lágrimas, hace que todo se vea con más claridad. Genera cambios positivos e invita a asumir las situaciones con mejor actitud.

En cambio, frenar las lágrimas, es una retención de emociones y las emociones retenidas pueden generar agresividad y más que eso, enfermedades diversas. Es un lujo que el llanto sea más propenso en las mujeres. En eso intervienen nuestras hormonas femeninas. Siento pena por los que tienen “las lágrimas hondas”. Llorar puede hacernos más fuertes. Igual, no nos quedemos en lágrimas. Facturar también es bueno. Facturemos lo que nos corresponde y a propiciar cada vez, más lágrimas de alegría.

 

Por Orbita Informativa

Periódico digital con sede en Santo Domingo, capital de República Dominicana, nació en septiembre del año 2021.

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