WASHINGTON (AP) — Los empleados de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) recibieron órdenes de no ir a la sede de la agencia en Washington, que estaba bloqueada por policías y cintas amarillas el lunes después de que el multimillonario Elon Musk anunciara que el presidente Donald Trump había acordado con él cerrar la agencia.
Los empleados de USAID también dijeron que más de 600 empleados adicionales habían informado que habían sido bloqueados de los sistemas informáticos de la agencia durante la noche. Aquellos que aún estaban en el sistema recibieron correos electrónicos diciendo que “por dirección del liderazgo de la Agencia” el edificio “estará cerrado el lunes, 3 de febrero”. El sitio web de la agencia desapareció el sábado sin explicación.
Los hechos abruptos vienen después de que miles de empleados de USAID ya han sido despedidos y programas cerrados en las dos semanas desde que Trump asumió el cargo. Y muestran el extraordinario poder de Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental, o DOGE, en la administración Trump. Musk anunció el cierre de la agencia temprano el lunes, mientras que el secretario de Estado Marco Rubio estaba fuera del país en un viaje a Centroamérica.
En una parada en El Salvador, Rubio dijo a los periodistas que USAID era una agencia no cooperativa y opaca que no respondió a preguntas sobre su financiación ni operaba en línea con la agenda política de la administración Trump.