Por JOSE BAUTISTA
La moral de muchos profesores (educadores), pagados por el Ministerio de Educación, y que en tiempos pasados eran considerados los segundos padres de los alumnos ha caído en lo más bajo de nuestra sociedad, pues dos maleantes del Sistema Educativo del municipio de Quisqueya, de San Pedro de Macorís, están acusados de violar sexualmente a una alumna de 13 años de edad en la Escuela La Siria.
Los desconsiderados “maestros” que cometieron esa atrocidad contra una indefensa jovencita que va a buscar el conocimiento son Fernando Peña Eusebio de 31 años, apresado por la Policía Nacional, y en espera de que el Ministerio Público le conozca medida de coerción.
Mientras que Alejandro Roberto Bello Matos está prófugo, luego de cometer su desagradable e irresponsable delito sexual, la Policía Nacional está tras la pista de ese malhechor para someterlo ante el Ministerio Público para que también se le conozcan medidas de coerción y sea llevado una cárcel, para que pague sus penas.
Además, posteriormente, el Ministerio de Educación de la República Dominicana, cerró temporalmente la Escuela La Siria, y los estudiantes están recibiendo docencia de manera virtual en sus hogares.
Asimismo, también fueron suspendidos de sus funciones la directora, y la orientadora de la Escuela La Siria, del municipio de Quisqueya de la Sultana del Este, al comprobar que se violentaron todos los procedimientos establecidos en el Código de Ética, y las investigaciones avancen.
Se hace necesario que el Ministerio de Educación evalúe a profundidad a los candidatos a profesores o maestros para nombrarlos como educadores de nuestras escuelas públicas, para que evite que violadores sexuales ingresen como mansos corderitos a dañar el crecimiento formativo y educativo de los niños, niñas y adolescentes en las aulas.
Es penoso que gente que supuestamente se define como educadora penetre como docente a una escuela pública de cualquier lugar de la República Dominicana.
Señor ministro Ángel Hernández haga una inspección en las escuelas públicas del país, conjuntamente con un equipo profesional multidisciplinario para que determine quienes son profesores verdaderos o quienes están enganchados a “educadores” para simplemente cobrar un sueldo, sin importarles lo delicado e importante que es tener la responsabilidad y las cualidades pedagógicas que tienen que reunir para ser educadores o maestros.
El Ministerio Público tiene que aplicar todo el peso de la ley a esos dos delincuentes que dañaron la dignidad de esa alumna de la escuela La Siria, del municipio de Quisqueya de la provincia de San Pedro de Macorís.