Por JOSÉ BAUTISTA
El presidente electo de Los Estados Unidos, Donald Trump, por segundo mandato en esa nación tuvo que vencer diferentes obstáculos durante la campaña e imponerse a la candidata demócrata Kamala Harris, incluyendo tres atentados criminales.
A pesar de que no tiene una personalidad telegénica agradable, Trump batalló hasta el último momento en todos los Estados y ciudades del país más poderoso del mundo para obtener los votos necesarios para lograr la preferencia del electorado y convertirse finalmente en el presidente número 47.
La clase estadounidense adinerada lo prefirió y votó mayoritariamente por él y el Partido Republicano, debido a que él en su primer período entre el 2017 y 2021 centró sus ejecuciones presidenciales a favor de las empresas, industrias y empresarios para evitar fugas de capitales norteamericanos.
No obstante, el soberbio presidente norteamericano supo sortear todas las situaciones que se presentaron en la campaña mientras debatía sus ideas contra la candidata demócrata Kamala Harris, incluso las acusaciones de corrupción que se le hicieron de su pasado gobierno.
Una buena cantidad de ciudadanos latinos residentes de manera ilegal en Los Estados Unidos temían que Trump obtuviera nuevamente la presidencia, pues creen que podría desatar su ira contra ellos, y ordenar una deportación masiva a los países latinoamericanos.
También Donald Trump tiene el mérito de ser considerado un presidente nacionalista por una mayoría de la población estadounidense y latina, lo que aprovechó inteligentemente y lo enarboló en la campaña electoral.
Trump que nació en Nueva York y está establecido como un exitoso empresario basó su campaña política en reducir los impuestos, promovió la independencia energética y el crecimiento económico a través de la desregulación. Una de propuesta que le garantizó la victoria fue la garantía de la frontera estadounidense con medidas más estrictas contra la inmigración ilegal y el fortalecimiento de la seguridad nacional mediante una política de paz mediante la fuerza.
Donald Trump aunque no es un político simpático, arrogante por demás, demostró que sabes usar su capacidad intelectual para obtener lo que se propone, sin importar las circunstancias, y los problemas que se puedan presentar en el camino.