Por Fernando Rodríguez
“Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, dice una sentencia muy popular que en ocasiones ha originado debates entre los estudiosos de las ciencias políticas y aunque algunos coinciden en que esa premisa es válida solo en los regímenes democráticos hay quienes consideran aplicable a cualquier sistema porque los pueblos tienen la capacidad de combatir y derrocar a cualquier dictadura.
Estas disquisiciones surgen ante la escogencia de Donald Trump para gobernar al país más poderoso del mundo, por segunda vez, no obstante, su carácter violento, rechazo a los latinos y cargar con un prontuario de violaciones a las leyes de su país que incluyen evasión fiscal, soborno, secuestro de papeles oficiales, conspiración e intento de revertir los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 entre otras.
Ante situaciones como estas solo nos queda pensar en la inversión de valores y confusión que predominan en el mundo y entre personas que, como los latinos, aportaron sus votos para que Trump vuelva a la presidencia pese a su reiterado desprecio a los inmigrantes y amenazas de deportación a los miles de trabajadores extranjeros que todavía no han podido regularizar sus papeles. Ante tanta incongruencia solo nos queda orar por los EE.UU. y el mundo.