NUEVA YORK — No se puede regalar absolutamente nada a los Dodgers de Los Ángeles. Y los Yankees de Nueva York se excedieron en los obsequios.
Shohei Ohtani, Freddie Freeman y compañía fueron implacables para que los Dodgers conquistasen el miércoles su segundo campeonato de la Serie Mundial en cinco temporada.
Gracias a la complicidad de tres fallos defensivos de los Yankees, Los Ángeles se repuso de un déficit de cinco carreras en el quinto inning y consiguió una vibrante victoria 7-6 que sentenció el Clásico de Otoño en cinco juegos.