Mostró firmeza ante Trump al abordar los temas del aborto, economía y democracia

 

Por: Cándida Ortega

La vicepresidenta de los Estados Unidos y actual candidata presidencial  por el Partido Demócrata, Kamala Harris se  comió con yuca, chicharrón y aguacate a su contrincante, Donald Trump, candidato a la presidencia por el partido Republicano en el debate de este martes previo a la elecciones en el me de noviembre.

Mientras a Kamala e le observó firme y serena ante los temas planteados como fueron el aborto, la inmigración y la democracia a Trump se le vio inquieto y amenazante lanzando una serie de ataques personales, de los cuales sus asesores y simpatizantes han tratado de mantenerlo alejado, pero que va, los nervios lo traicionan.

Desde el principio observamos a una Kamala, muy corte expresándole a Trump, la alegría que le daba verle y darle un apretón de mano la Covid-19.

Sin embargo, él tomó la ofensiva, cambiándole el tema por el de  la inflación y la inmigración, las vulnerabilidades políticas de Harris, argumentando que la administración actual había «destruido» el país.

Apretón de mano histórico entre Kamala Harris y Donald Trump

Otro de los ataques más agresivos  de Harris hacia Trump se dio cuando ambos se enfrentaron sobre el aborto, uno de los temas clave para los demócratas desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en 2022.

“No es necesario abandonar la propia fe o creencias profundamente arraigadas para aceptar que el gobierno –y Donald Trump, sin duda– no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”, afirmó Harris.

Ella agregó que Trump “firmaría una prohibición del aborto” si fuese reelegido y citó a estados conservadores que han prohibido el procedimiento médico, practicándolo solo en limitadas excepciones.

Durante el debate ambos candidatos detallaron sus visiones contrastantes sobre el estado de la nación y hacia dónde pretenden dirigirla en caso de llegar a la presidencia. Harris prometió recortes fiscales para la clase media y señaló que buscaría restaurar los derechos al aborto a nivel federal, los cuales fueron anulados por la Corte Suprema hace dos años. Trump, por su parte, señaló que sus propuestas arancelarias ayudarían a que los aliados de Estados Unidos dejen de aprovecharse del país en cuestiones comerciales, y añadió que trabajará con prontitud para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, incluso si eso significaba que Ucrania no consiguiera una victoria en el campo de batalla.

Uno de los detalles del debate fue la forma en que Harris movía la cabeza mientras  Trump hablaba, en ocasiones mirándolo fijamente con la mano en la barbilla, mientras que Trump parecía que trataba de evitar ver a la demócrata. Trump se apegó a los puntos que toca en sus actos de campaña y a sus ataques que son populares entre su base de simpatizantes, pero que a sus asesores les preocupa que no sean atractivos entre un sector más amplio de votantes.

En un momento, Harris se volteó a ver a Trump y dijo que, como vicepresidenta, ha hablado con dignatarios extranjeros “y dicen que usted es una vergüenza”.

Un detalle importantísimo dentro del debate fue la promesa de deportación de millones de indocumentado que se encuentran en Estados Unidos.

Una de las informaciones que atenta contra los derechos humanos del presidente Donald Tump fue decir que los migrantes  haitianos se están comiendo los perros, gatos y mascotas en  Springfield, Ohio, por lo que muchos ciudadanos  han entrado en estado de pánico.

 

El autor, es miembro del Comité Ejecutivo del Colegio Dominicano de Periodista

 

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