Por: JOSE BAUTISTA
El 11 de septiembre del 2001, un martes a las 8:45 de la mañana secuestradores miembros de la organización terrorista paramilitar Al-Qaeda derribaron las emblemáticas Torres Gemelas del centro comercial World Trade Center, ubicadas en la ciudad de Manhattan, Nueva York, Estados Unidos al estrellar dos aviones de pasajeros Boeing 767, horrible tragedia que estremeció el universo, pues dejó como resultado más de 3mil personas muertas y cientos de heridos de distintos países del mundo, incluida nuestra República Dominicana.
El fatal hecho insensible e inhumano que paralizó todas las actividades de las personas en todos los continentes se le atribuyó a Osama Bin Laden, quien luego fue acribillado por fuerzas de operaciones especiales estadounidenses en su recinto en Abbottabad, Pakistán.
Una gran mayoría de personas de buena voluntad fue afectada por ese ataque monstruoso, pues las imágenes publicadas por las grandes agencias noticiosas del destrozo de las dos edificaciones más altas del mundo que desaparecieron en 56 minutos, entristecieron y provocaron lágrimas y sollozos entre los que laborábamos ese día en el desaparecido periódico EL SIGLO.
Cada día 11 de septiembre todas las autoridades de todas las naciones del mundo deben establecer de manera analizada y pensada modernas formas de seguridad y control en sus aeropuertos para evitar que gente atrevida y sin consciencia de la vida de los seres humanos no vuelvan a repetir desgracia humana de esa naturaleza.
Pienso que energúmenos criminales terroristas que piensen y actúen como Osama Bin Laden no deben existir en ninguna ciudad, provincia, barrio, comunidad o residencial en cualquier país para que ni en sueños se le ocurra organizar ataques destructivos contra seres humanos a quienes Dios, el Creador de lo existente le dio la vida.
Los Estados Unidos como país de primer mundo y el más apetecido por la gente para emigrar para buscar mejores condiciones de vida para sobrevivir debe implementar medidas de seguridad en todos sus aeropuertos. Además, por los conflictos que tiene con diferentes naciones del hemisferio global.
También creo que las naciones de economías fuertes y las del tercer mundo tienen que verificar todos los días las medidas de seguridad que tienen disponibles para recibir a extranjeros e intrusos que se mueven de un lugar a otro.
El terrible derivo de las históricas Torres Gemelas estadounidenses que este 11 de septiembre del 2024 cumple 23 años de ocurrido tiene que servir de experiencia a cada gobernante mundial para que de una vez y por todas frenen la entrada a los maleantes terroristas a sus respectivos país, y en el futuro no tenga nadie que lamentarse de pérdidas de vidas humanas.