Fernando Rodríguez
La honorable procuradora general de la República, doctora Miriam Germán Brito, acaba de presentar una rendición de cuentas que constituye una despedida del cargo que con tanta dignidad y entrega ha desempeñado en los últimos cuatro años con apego irrestricto al debido proceso y respeto a los derechos fundamentales de los acusados en los grandes expedientes de corrupción que involucran a ex funcionarios de los gobiernos del PLD quienes por su larga permanencia en el poder, se consideraron por encima de la ley.
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El trabajo de la procuradora Germán Brito y su equipo de apoyo encabezado por los magistrados Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, marca un hito en la historia de la judicatura nacional sentando precedentes en materia de la persecución a la corrupción oficial la que permitió el enriquecimiento espurio a los altos funcionarios de los gobiernos peledeístas y sus aliados del sector privado.
La presión contra esta lucha anticorrupción es grande a lo interno y externo de la Procuraduría, por lo que el presidente Luis Abinader tendrá que ser muy cauteloso a la hora de escoger a la persona sustituta de Miriam Germán Brito, quien saldrá del cargo con la frente en alto, con la satisfacción del deber cumplido y el respeto de la ciudadanía.