HOMENAJE PÓSTUMO

  HURGADOR: El novel y formidable periodista que se destacó a principios de la década de los años sesenta en tiempo de paz sufrió los rigores de la cárcel cuando protestó a todo pulmón contra las injusticias durante la guerra, y desafió las balas de los cañones y los fusiles para cumplir con el deber del trabajo del legendario matutino, que tiene como lema: El periódico de los dominicanos y Tan dominicano como tú

 

EL HISTÓRICO DOCUMENTO RESALTÓ: NO, ESE PEQUEÑO GIGANTE NO PODÍA PERMANECER INDIFERENTE A LA GRAN TRAGEDIA NACIONAL

 

Por JOSÉ BAUTISTA

El olfato periodístico que le caracterizaba en el oficio de la pluma y la libreta lo sumergía en la profundidad de la noticia, sin importar el riesgo que corría, pues se adentraba parsimoniosamente en el meollo del hecho que acontecía en el momento y que tenía un interés general para el país.

Luis Reyes Acosta, mártir de la prensa nacional y un joven periodista de la redacción del periódico LISTÍN DIARIO, con apenas 20 años de edad, priorizó la responsabilidad, valor que lo llevó a desafiar muchas veces el peligro.

El novel y formidable periodista que se destacó a principios de la década de los años sesenta en tiempo de paz sufrió los rigores de la cárcel cuando protestó a todo pulmón contra las injusticias durante la guerra, y desafió las balas de los cañones y los fusiles para cumplir con el deber del trabajo del legendario matutino, que tiene como lema: El periódico de los dominicanos y Tan dominicano como tú.

Un documento referente a su prolífera carrera destaca que Luis Reyes Acosta era un periodista inquieto que olfateaba la noticia en el lugar que se encontraba, al punto que el 27 de abril de 1965, cuando los barcos de la Marina de Guerra (Armada Dominicana) bombardearon el Palacio Nacional, el comunicador social estaba ahí, cumpliendo con su deber.

El mártir de la prensa dominicana precisa se convirtió en un testigo de la entrada de los tanques de guerra a la ciudad y recolectó notas y datos históricos sobre la verdad de los hechos mediante las páginas del LISTÍN DIARIO.

El histórico documento resaltó: “No, ese pequeño gigante no podía permanecer indiferente a la gran tragedia nacional”.

El miembro de la primera promoción de profesionales de la post-tiranía trujillista, la última vez que fue visto con vida en compañía dentro de un vehículo de la también mártir de la Guerra de Abril, Yolanda Guzmán y otros amigos, los cuales fueron detenidos y el comunicador social fusilado en una finca del Estado.

Para la época, la Revista Ahora publicó una información que señala que el cadáver del periodista Rafael Reyes Acosta apareció con las manos atadas a la espalda con un alambre eléctrico, y que fue descubierto porque uno de los que iban a convertirse en víctima escapó, y denunció él tétrico caso a la Comisión de Criminólogos que vino a la República Dominicana.

BOSQUEJO

El periodista Luis Reyes Acosta nació en Santo Domingo y con tan sólo 20 años murió fusilado en Mata Redonda, sección de Guanuma, Villa Mella, por tropas del Ejército de la República Dominicana la noche del día 2 de mayo de 1965.

Era un hijo de una familia humilde que refutaba el criterio de quiénes por defender la riqueza, enarbolaban el odio. Hoy la calle 15 del barrio María Auxiliadora lleva el nombre de Luis Reyes Acosta. También la cooperativa de empleados del periódico LISTIN DIARIO lo honra con su nombre. Sus restos en el Cementerio de la Avenida Independencia.

 

 

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