Por : Oscar López Reyes
Los animales, sin los cuales la existencia terrenal estaría menoscabada y desnaturalizada, sufren encierros, martirios en peleas sangrientas, como los gallos, toros y perros, y también puntapiés, latigazos y puñaladas para hacerlos tajos y servirlos en comilonas, bochinches y parrandas.
No obstante esa agonía, el ratón, el mono, el cerdo y otros sirven, por sus similitudes con los humanos, para experimentos en la agricultura y fabricar sueros, insulinas, hormonas de crecimiento, anti-coagulantes y otros medicamentos, así como textiles, perfumes, abrigos y calzados.
También son utilizados para transportar personas y objetos, como mascotas, para custodiar espacios físicos y espantar a ladrones e insectos, descubrir drogas, explosivos y cadáveres; ser modelos para fabricar aviones, barcos y carros, para competencias deportivas, la diversión en circos, y para alimentarnos.
Resulta y viene a ser que en el 2012 en la República Dominicana fue promulgada la Ley 248-12 sobre Protección Animal y Tenencia Responsable, que castigada con prisión hasta de un año y multa de hasta 50 salarios mínimos a quienes los atropellen, como su captura y abandono, los actos crueles, el desprecio, la desatención, el descuido y el irrespeto.
Responsabiliza de su atención a instituciones del Estado, a los cabildos y juntas distritales, a sus propietarios y a los ciudadanos.
En el mantra de la buena voluntad y el sacrificio han estado fomentando, con limitaciones, la educación y la creación de conciencia ciudadana, y esforzándose por el cumplimiento de la citada disposición entidades sin fines de lucro, como las fundaciones Black, Ecoportal, Albergue S. O. S., Rescate Nefertitis, Voluntad con Esperanza (Voces) y Laso, agrupadas en la Federación Dominicana por los Derechos de los Animales (Fedda). Unámonos a ellas.
Luego de la campaña publicitaria “Los animales no votan, pero sus responsables sí”, la Fedda y Listín Diario lanzaron el “Pacto por la Protección de los Animales”, que fue firmado, el 7 de mayo de 2024, por el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona; por aspirantes a distintas posiciones del Estado, representantes de la sociedad civil y otros ciudadanos. Se procura que los más diversos sectores nacionales asuman el compromiso de observar las normas vigentes de custodia a las citadas criaturas
¿Es justo que los maltratemos?, ¿Cómo nos haremos si desaparecen?, ¿Tienen razón los vegetarianos, que no incluyen la carne en su dieta alimenticia? ¿Respetaremos los postulados por la humanización de la explotación animal? o ¿Tiunfará el movimiento por los derechos y la protección de los animales?
Su trato legal está cambiando, y ya se enseña en más de 100 facultades de derecho de Estados Unidos y se efectúan hasta maestrías sobre el bienestar animal, lo que augura que dejarán de ser animaluchos torturados y terminarán las animaladas de los humanos.