DÍA NACIONAL DEL PERIODISTA
REFLEXIÓN: Cuenta que una de la experiencia que no olvida del ejercicio periodístico es cuando tuvo que fingir ser asmática y hacerse acompañar de su madre para lograr “la pócima” que una ciudadana promovía como la cura
LA COMUNICADORA SOCIAL SEÑALA QUE UNA DE LAS EXPERIENCIAS QUE NO OLVIDA FUE CUANDO FINGIÓ SER ASMÁTICA Y HACERSE ACOMPAÑAR DE SU MADRE PARA LOGRAR “LA PÓCIMA” DE LA CURA QUE PROMOVÍA UNA MUJER
Por JOSÉ BAUTISTA
En la República Dominicana, el profesional del periodismo ejerce el trabajo de la pluma y la libreta con serias limitaciones, no solo de nivel salarial y las inapropiadas condiciones laborables relacionadas a asuntos logísticos y administrativos de los medios de comunicación e incluso de la política informativa de estos, lo que hace mucho más retador su ejercicio, explica la periodista Yosarah Fernández.
La profesional añade que el periodista debe ejercer en un tiempo en el que la tecnología, la inmediatez y públicos más informados, conectados y exigentes marcan la pauta.
Además, señala que debe competir con personas que no son profesionales del periodismo, entre múltiples aspectos en este nuevo ecosistema mediático e informativo.
Muchos son los que han descollado en sus diferentes áreas apunta y otros, sin ser visibles, son ejemplos de talento, valentía, pasión, dedicación, persistencia, agudeza, iniciativa, responsabilidad, compromiso y formación continua y motivo de orgullo.
No es casual advierte que la gran mayoría debe ingresar a las filas del pluriempleo por los reducidos salarios que imperan en los medios de comunicación en el país (que ahora tienen el apellido de “tradicionales”), y que es bueno recordar que siguen concentrados en muy pocas manos y vinculados a grupos empresariales.
Fernández pondera que como espacios alternativos el periodista ha encontrado en la comunicación corporativa, así como en la democratización de la información que han generado la internet y los medios sociales, la oportunidad para ejercer el periodismo, pero además asumir posiciones ejecutivas como director de comunicación relacionista público; ser propietario de medio, creador de contenido, entre una gran variedad de funciones.
A su entender, en ese contexto también hay un periodismo autómata que consciente o inconscientemente hace un ejercicio “mecánico”.
Simplemente agrega se acomoda y sigue la corriente, de modo que su trabajo contribuye a mantener operando la industria y con ello, el estatus quo que han definido los intereses del poder económico y político. A esto se suman debilidades de formación y el rezago en términos de actualización profesional.
Entiende que a otros la propia dinámica o su íntima convicción los ha llevado a desvincularse o estudiar y ejercer otras carreras.
Yosarah Fernández , sostiene que algo que no ha variado, pese a los grandes avances tecnológicos, reingenierías organizacionales, “cambios de mentalidad” y de modelos, de comportamiento femenino y demás, es la inequidad en el acceso a puestos ejecutivos y de dirección de las mujeres periodistas en los medios.
La dama dice que en sentido general le satisface de la profesión que el periodista tenga la posibilidad de motorizar causas sociales y encausar soluciones a través de su ejercicio es un privilegio, pero más importantes todavía, es una responsabilidad y un compromiso.
También valora el proceso de aprendizaje que se produce en la cotidianidad y las relaciones interpersonales que se generan, derivando en ocasiones en vínculos de amistad.
VIVENCIAS
Yosarah Fernández cuenta que una experiencia que no olvida es cuando tuvo que fingir ser asmática y hacerse acompañar de su madre para lograr “la pócima” que una ciudadana promovía como la cura. También tener la oportunidad de ver y sentir las manifestaciones de dolor, consternación, tristeza y solidaridad de norteamericanos y de personas de muchas otras nacionalidades al visitar la Zona Cero poco tiempo después de los ataques a la Torres Gemelas de Los Estados Unidos.
Como también ser parte de los equipos de prensa del Despacho de la Primera Dama y de la Presidencia de la República fue una experiencia que en una cobertura en un país de Centroamérica, a la que asistió en calidad de miembro de la delegación oficial, tuvo la oportunidad de participar en la ronda de las discusiones de uno de los documentos, proceso que fue súper enriquecedor y excitante. Allí vivió la experiencia de un temblor de tierra, pero no pasó de un gran susto.
En otro orden, señaló que gente que hace relaciones públicas persiste la idea y la visión de miope de limitar esta área de la comunicación a la gestión de prensa y que a estas alturas cree que estas son un oficio exclusivo del periodista.