La falta de gerencia del Gobierno para atender necesidades y garantizar servicios básicos en República Dominicana está generando un malestar social enorme y cada vez mayor, que tiene preocupados a empresarios dominicanos, micro, pequeños y grandes.
Los altos precios de los alimentos, medicinas y gasolinas provocan angustia general en la población, desazón en las calles (mayor inseguridad ciudadana) e ingobernabilidad en comercios e industrias (presión por aumento salarial, mayor ausentismo laboral y menor productividad).
Preocupa el descarado retroceso en Educación preuniversitaria (destrozo del Programa de Alimentación Escolar, daños al Programa Inglés por Inmersión, conflictos entre casas editoriales por licitaciones en impresión de libros escolares, escandalosos disparates con uniformes escolares, descuido e indolencia con estancias infantiles y CAIDs), en Salud (abandono de los controles epidemiológicos, precarización de las Farmacias del Pueblo, abandono en la gestión de hospitales, destrozos al 911 y al Programa de Medicamentos de Alto Costo), Transporte (deterioro franco de las instalaciones de movilidad masiva) y una vez más dilaciones y decisiones escandalosas con la expedición de pasaportes; también el aumento exponencial e incomprensible de apagones y de la factura eléctrica que llega a hogares, comercios e industrias.
La contracción de la demanda interna de bienes y servicios impidió a comercios e industrias crear los 750,000 empleos adicionales que se requerían, con una economía que registra un preocupante y sorprendentemente bajo crecimiento de 1.2 % en el primer semestre, inusual en los últimos 25 años, comienzan a brotar inquietudes en los empresarios en todos sus niveles. ¿Hacia dónde va la actividad económica y la paz social si seguimos por el camino actual?, se preguntan muchos.
El pago de anticipo de impuestos, cuya eliminación es promesa incumplida del Gobierno, y la incapacidad para ofrecer respuestas a las justificadas demandas de aumentos salariales de sus empleados, pues la inflación engulle sus ingresos, disparan las alertas entre empresarios, que empiezan a mostrar preocupación por el rumbo que lleva el país.
En la República Dominicana, gobernada por el PRM, las pérdidas totales de energía eléctrica se elevaron a 40.6 %, situación insoportable como inadmisible; hay más de 700 escuelas sin terminar, mientras se alquilan furgones para estudiantes por cientos de millones de pesos; ha habido un aumento de 66 % de importaciones de productos agropecuarios, que quiebra a agroempresarios y pone en riesgo la seguridad alimentaria del país; la deuda pública ha aumentado más de 25 mil millones de dólares, mientras se reduce la inversión pública. Se toma dinero prestado para pagar la creciente nómina pública.
Es en ese contexto de compleja situación económica y social de la República Dominicana, se comprende mejor la reciente visita de los directivos del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) a la Casa Presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La alta dirigencia del más importante gremio empresarial dominicano fue recibida por los principales dirigentes del PLD, su candidato Presidencial, Abel Martínez, su presidente, el dos veces presidente de la República Danilo Medina, su secretario general, Charlie Mariotti y su vicepresidente, Juan Ariel Jiménez.
En el encuentro, muy cordial, el líder de la oposición, Abel Martínez, agradeció el interés que han mostrado lo directivos del más importante gremio empresarial de la República Dominicana, por conocer el proyecto de nación que encabeza y los planes de impulso económico que pretende implementar en el país, a partir de 2024.