Durante el acto celebrado a casa llena en el auditorio del Centro Cultural Narciso González, los invitados pudieron conocer y apreciar profundamente la vida de esta grandiosa actriz que desde los cuatro años mostró su enorme talento, convirtiéndose en una niña prodigio que, con su talento y dedicación hizo grandes aportes al teatro de su amada patria, República Dominicana
Por Cándida Ortega
Santo Domingo. Su trayectoria de vida ejemplar, madre amorosa, abnegada esposa y profesional del teatro que se entregó en cuerpo, alma y corazón al enaltecimiento del arte dominicano, están plasmado en el libro: “Monina Sola, leyenda del teatro dominicano”, escrito por su hijo Homero Luis Lajara Solá, en el que, con el corazón en la mano narra con una maestría histriónica la vida de su adorada madre.
En cada capítulo de la obra, que consta de 248 páginas, su hijo cuenta su historia, logros y determinación de esta gran artista considerada “La primera dama del Teatro Dominicano” que con su talento conquistó el corazón de su pueblo. Cabe destacar que este libro lo escribió su hijo antes de su fallecimiento el pasado 29 de abril, justamente en víspera del Mes de las Madres, importante fecha en el calendario dominicano y otros países de América.
La larga y prominente carrera teatral, puede ser apreciada por el lector en cada capitulo de la obra, en la que su hijo también plasmó las cualidades humanas que les caracterizaron, tales como, la de esposa amorosa, madre abnegada, compañera y la maestra de un a pléyade de actrices y actores que continúan honrando su memoria.
Emociones a borbotones matizaron el acto
En la puesta en circulación de libro se conjugó el verbo “ir” en todos sus géneros. En el auditorio del Centro Cultural Narciso González, no cabía ni la respiración. Y es que, doña Monina, fue una de las profesionales del teatro mas admiradas y queridas por sus compañeros y su pueblo, razón por la cual todo el que fue convidado, estuvo presente a la hora indicada: 7:00 de la noche. Luego de acomodarse en sus asientos, se escuchó. el “señoras y señores, el acto va a comienza”. Abrió el telón, y en el fondo estrellado un gigantesco barner con una hermosa fotografía de doña Monina. A seguidas la maestra de ceremonias y actriz Yanela Hernández, inició con las palabras de bienvenida, por su puesto, previo a la bendición del acto, a cargo del capitán de fragata, capellán Federico Marcial de la Armada de la República Dominicana.
Palabras emanadas del alma del autor
A seguidas la maestra de ceremonias presentó al autor de la obra, Luis Homero Lajara Solá, quien con el corazón en las manos y visiblemente emocionado hablo ampliamente sobre la vida de su querida madre. “Cumpliendo un compromiso mismo y consciente de la insustituible presencia de mi madre en mi vida, con este libro “Monina Solá, leyenda del teatro dominicano”, entrego este legado al arte y la cultura de la República Dominicana”.
Luego de las palabras del autor, se abre nuevamente el telón para dar paso al documental “Homenaje a Monina Solá, orgullo nacional”, producido especialmente para la familia bajo la dirección del comunicador y productor Iván Ruíz.
“Sueño imposible”, es el titulo de la hermosa canción de Joe Darion adaptada para el cantautor Danny Rivera, y que magistralmente interpreto el conjunto musical de la Orquesta Filarmónica de la Armada de la Republica Dominicana.
Durante el acto hablaron sus compañeras de profesión, Karina Noble, prologuista del libro y Elvira Taveras, quien leyó la semblanza, “Monina Sola” , inmortal ya, desde el cielo”, escrita por Ylonka Nacidit-Perdomo.
Los presentes disfrutaron de un gran banquete teatral, conformado por fragmentos de obras teatrales de Franklin Domínguez, entre ellos: “El último instante”, “Ojalá hoy fuera ayer”, “Los borrachos”, y “Bailemos ese tango”, interpretados por Johanna González, Olga Bucarelly, Lumy Lizardo y Amarilis Rodríguez.
Y para despedir, la magistral pieza “Don Gil de las calzas verdes”, de Tirso de Molina, interpretada por Elvira Taveras y Salvador Pérez Martínez, cariosamente *Perita*.
Un cálido y exquisito ambiente se dejó sentir en el compartir
Finalizado el acto formal, los presentes fueron invitados a pasar a la terraza del auditorio, donde en medio de un cálido y tropical ambiente, matizado por palmeras, luces y una diversidad de especies florales disfrutaron de un exquisito brindis que incluyó de postre un suculento flan de pan en homenaje a doña Monina, que según me comento Karina Noble, era el postre que llevaba, para compartir con sus compañeras al finalizar una obra.
Cabe destacar el protocolo llevado al pie de la letra, en el que un grupo de jóvenes, muy bien vestido y con una profesionalidad increíble condujeron cada paso que dimos tanto dentro como fuera del escenario. Y de la seguridad ni hablar. Aquel equipazo se encargó para que realmente nos sintiéramos seguros. ¡Y lo lograron!
Finalmente les dejo con este consejo que le daba doña Monina a su hijo, Luis Homero, y que encabeza las palabras del autor:
Mi hijo, siempre se agradecido y extremadamente bondadoso, el que te odia, que mayormente ve en ti lo que no puede ser, déjalo que lo hagas solo y veras que vivirás muchos años en paz y tus hijos no tendrán traumas.
Monina Solá