Santo Domingo.- La diputada de ultramar por la circunscripción No. 3, Lily Florentino Rosario, consideró que la inauguración de la Plaza de la Diáspora Dominicana, en el Distrito Nacional, es un reconocimiento a los aportes que hacen al país los casi tres millones de dominicanos que viven fuera de su tierra.
La representante de los quisqueyanos residentes en Europa consideró que con esa obra se hace justicia con los compatriotas que emigraron en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias.
La legisladora recordó que casi tres millones de dominicanos viven fuera del suelo quisqueyano y, a pesar de la lejanía, son parte fundamental de la economía y la vida de la República Dominicana.
Dijo sentirse orgullosa de que la plaza sea un reconocimiento a todos sus compatriotas que día a día se esfuerzan por mantener el nombra de la República Dominicana en alto fuera de sus playas.
“Felicito al presidente Luis Abinader y a la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía y a los ejecutivos del Grupo Vimenca por también pensar en los dominicanos que no estamos en nuestra tierra”, expresó.
La congresista produjo sus declaraciones al participar de la inauguración de la Plaza de la Diáspora Dominicana con la cual se reconoce la contribución del dominicano en el extranjero a la economía del país.
La obra se levantó como fruto de un acuerdo de cooperación interinstitucional suscrito por la Alcaldía del Distrito Nacional y el Grupo Vimenca en la avenida Abraham Lincoln esquina Simón Bolívar.
El diseño de la obra es de Héctor Barinas Burgos y la escultura central de la plaza es del artista dominicano Ezequiel Taveras, quien plasma su visión del emigrante dominicano, ya que este reside en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
La misma cuenta con un espacio en el llamado Mural a la Diáspora Dominicana Víctor Méndez Capellán y Finetta Saba de Méndez, en el cual se colocaron más de un centenar de nombres de dominicanos que emigraron del país.
En una segunda etapa de esta área se creará un espacio para la colocación de los nombres de otros criollos que viven en el extranjero, pero que con sus acciones muestran que su corazón permanece en su terruño de origen.