BBC Mundo
Rescatistas salvaron a una niña recién nacida que estaba debajo de los escombros de un edificio en el noroeste de Siria que fue destruido por el terremoto del lunes.
Su madre rompió aguas poco después del desastre y dio a luz antes de morir, dijo un familiar. Su padre, cuatro hermanos y una tía también murieron en el terremoto.
Imágenes dramáticas mostraron a un hombre cargando a la bebé, cubierta de polvo, después de que la sacaran de los escombros en Jindires.
Un médico de un hospital en la cercana Afrin dijo que se encontraba estable.
El edificio en el que vivía su familia era uno de los 50 destruidos por el terremoto de magnitud 7,8 en Jindires, una ciudad controlada por la oposición en la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía.
El tío de la bebé, Jalil al Suwadi, dijo que los familiares acudieron al lugar cuando se enteraron del derrumbe.
«Escuchamos una voz mientras cavamos», dijo el tío este martes a la agencia de noticias AFP. «Limpiamos el polvo y encontramos a la bebé con el cordón umbilical (intacto), así que lo cortamos y mi prima la llevó al hospital», agregó.
El pediatra Hani Maarouf dijo que la bebé llegó a su hospital en mal estado, con «varios hematomas y laceraciones en todo el cuerpo».
«También llegó con hipotermia por el fuerte frío. Tuvimos que calentarla y administrarle calcio», informó.