Por Vicente Balbuena
New York.- Los altos precios en las rentas de viviendas, productos comestibles, medicinas, transporte, combustibles, renta de parqueos, y los servicios básicos de energía eléctrica, agua y teléfono, han convertido a la ciudad de New York en la más costosa económicamente para vivir.
Aunque no es la capital de Estados Unidos, la ciudad que nunca duerme, posee importantes y atractivos lugares, que despiertan interés en turistas de todas partes del universo.
Con un salario mínimo de 15 dólares por hora, los hispanoamericanos, tienen que recurrir al pluriempleo para poder cubrir éstos gastos económicos impostergables.
La situación descrita, ha llevado a una buena parte de la numerosa comunidad hispanoamericana, a buscar alternativas, dónde vivir con menos presión económica.
Entre estás, figuran el estado de New Jersey, donde los alquileres de viviendas son más económicos, hay más acceso a parqueos y se vive una vida más tranquila.
En iguales condiciones, figura el estado de Pennsylvania.
Decenas de miles de trabajadores prefieren viajar diariamente a New York para trabajar en la llamada, «Gran Manzana», que vivir la gran presión económica que exige tener domicilio en ésta ciudad.
El llamado sueño americano, cada año se va desvaneciendo, como consecuencia del incremento de los servicios básicos, la canasta familiar e imprevistos, que deben de enfrentar millones de latinos, quiénes viven en Estados Unidos, pero específicamente en New York.